miércoles, 19 de enero de 2011

¿Es importante el Cinturón Negro?


Como todo en la vida, depende de la importancia que cada uno le quiera conferir. Para alguien que no comprende el Arte del Karate-Do, no tiene por qué ser muy importante.

Para un karateka sí debería serlo, pues supone un nuevo amanecer en la práctica, un nuevo comienzo, la representación material del SHOSHIN (Corazón del eterno principiante).

Con el duro entrenamiento, el cinturón negro se vuelve blanco, es el auténtico inicio del aprendizaje y profundización.

Cada dan representa un nivel de maestría en el Arte, desde los primeros (1º y 2º), que representan el conocimiento del iniciado, hasta los superiores que son grados espirituales (6º en adelante)

El error es pensar que uno ya es demasiado “bueno”, como para examinarse más, o que para auto-satisfacerse le es suficiente con el grado que tiene. La realidad es que en Artes Marciales, no avanzar supone retroceder.

Aun venciendo en el campeonato del Mundo, o el Gyaku Niun Kumite, el que piensa que no debe seguir avanzando, no alcanzará la Iluminación.

La perfección no es conocer todos los kata, eso es memoria.

La perfección no es vencer en un torneo, eso es habilidad y fuerza.

La perfección es vencer la propia voluntad y ser feliz.


Puesto que el Humano es inestable, el camino hacia la perfección del Arte no acaba, aun con 10º dan. Karate no acaba porque tú no lo iniciaste.

En palabras de Sensei Richard Kim, 10º dan: “Karate es Zen en movimiento”

Karate no es un fin, Karate es un Camino.

LA PROGRESIÓN
No se debe tener prisa por alcanzar nuevos grados, Hay que gatear antes de aprender a caminar.

Aunque existe un tiempo recomendado para acceder a nuevos grados, es al maestro al que corresponde la decisión de permitir o no que sus alumnos puedan acceder a este examen, pues es el maestro el que realmente sabe si se está o no preparado para ello.

Por el contrario, uno no debe eternizarse en un mismo grado durante su vida en el entrenamiento, es una falta de respeto a las enseñanzas del maestro, pues simboliza que ya no puede aprender más. En Artes Marciales no existe el estancamiento, no avanzar supone retroceder.

Sosai Mas Oyama: la vida en las Artes Marciales, es como escalar un empinado precipicio, supone ascender continuamente, sin descanso. Demanda absoluta devoción sin falta…

Sosai Oyama, explicaba que el entrenamiento en Artes Marciales, debe ser diario, pues en Kyokushin el cuerpo se somete a un duro sacrificio, al detener la práctica, la mente vuelve a un estadio anterior de placer, y retomar el entrenamiento se hace más duro cada vez.

Someterse a examen regularmente, supone una evaluación de tus conocimientos, una búsqueda interior, y una revisión de tu forma física.

1 comentario:

Iván Sanmar dijo...

Me ha gustado mucho el artículo. Recomendado!